ya vendrás, tiempos mejores
Tiempo de sequía, a pesar del día lluvioso. Me está costando mucho sentarme a escribir las pocas líneas que debería para mantener esto con vida. El estudio consume la mayoría de mis energías intelectuales, las otras, que quedan libres, son las que se encargan de iluminar mis errores y denunciar mis defectos. Mitad como chantada y mitad como forma de obligarme a cumplir esta promesa, declaro postearé en estos días una masticada queja del periodismo actual, y otra queja sobre el abuso y mal uso de la palabra facismo –un poco emparentada con la queja anterior-. Como se ve, cuando no hay ideas lo que queda es quejarse, aunque sea nomás porque no hay ideas.