miércoles, diciembre 27, 2006



gracias jn

voyeurs

En La ventana indiscreta Hitchcock enyesaba a Jimmy Stewart para encerrarlo en su departamento desde el que espiaba el comportamiento de sus vecinos. Representaba magníficamente la pasividad del espectador cinematográfico, como voyeur del sueño ajeno. Anteayer, solo en mi casa, empecé a escuchar gritos. Venían del departamento que está simétricamente frente al mío. Dos de las tres hermanas que viven ahí con su familia, se peleaban jodido. Nada de discusión familiar. Gritos, llantos desconsolados, golpes, ruidos de cosas que estallaban o se rompían. Escuchar todo esto me produjo una ligera inquietud, tributaria seguramente de alguna mala conciencia, pero tampoco voy a decir que me volví a mi cuarto y dejé de escuchar. No, me quedé y no sólo escuché sino que también traté de construir la historia. Por lo que entendí el problema era de naturaleza amorosa. Una de las hermanas –la más chica tendrá 18 y la más grande 25-, sacudida por los celos, le gritaba a la otra “No ves.... no ves que sos una ¡gorda puta! Andás con cualquiera. Puta.” La vehemencia con la que disparaba las frases me erizó la piel. Había sucedido algo en un baño, algo con uno que le gustaba o con el que andaba la hermana, no sé. Lo cierto es que ocupé el lugar del perverso. Fui el tercero que Lacan ubicaría como destinatario de la escena. Todo fue representado para mi, por mi presencia/ausencia. Me irritó un poco la idea de un tercero destinatario de mis propias escenas. ¿A quién debo dirigir entonces mis discursos imaginarios? No sé dónde estará la imagen reflejada de mi propio combate, y me pregunto en qué pared colgar el espejo que me devuelve una mueca incómoda y dolorida.

jueves, diciembre 21, 2006

después vivir

Por ahí se puede vivir después. Escribir, ya no sé... el silencio parece un lugar más cómodo. Silencio como el de Alain Delon en Le Samourai que acabo de ver. El plano inicial me produjo una fascinación desmedida –lo repetí tres veces-. Delon fumando en la cama y la cita del bushido que llevo irremediablemente marcado en la espalda. Si hoy se ve es porque las llamas le echan luz; una luz que delante mío, donde se adivinan más tormentas, ya está muerta.

martes, diciembre 05, 2006

Yo, cuando debería estar estudiando pienso -entre otras cosas- en...

Libros para poner acá 1:

La ciudad de Bs As ha sido ultrajada: Las más adorables mascotas de las más renombradas familias de la ciudad desaparecen misteriosamente aunque es cierto que desaparecer misteriosamente es medio redundante. Marchas masivas por la seguridad y caos urbano ponen en jaque al gobierno del presidente Roncoroni. Una razzia sangrienta de paseadores de perros llevará la búsqueda hasta sus más terribles consecuencias. Esta es la trama de “La ciudad en silencio y sin soretes”, una apasionante novela histórica que rastrea, como un Sabueso, en los rincones perdidos de nuestra memoria colectiva. Fiel a su estilo pedante y desbordado, el autor –anónimo y misterioso, aunque es cierto el anonimato misterioso es medio redundante-, avanza pisoteando las seguridades del lector interpelando su condición de clase –“a vos te hablo: fuckin puto burgués”, comienza el tercer y último capítulo- , su sexualidad –“a vos te hablo: fuckin puto burgués”, comienza el tercer y último capítulo-, su higiene dental y sus hábitos alimenticios. La ficción se estremece cuando la realidad la sacude y la invade sin aviso en esta mezcla radical entre narrativa académica –“Una historia de los paseadores de perros en el Río de la Plata. Del Virreynato a la primavera alfonsinista.” es el descriptivo subtítulo- y relato de espionaje que no esconde la influencia del gran Le Carre.

Anónimo: “La ciudad en silencio y sin soretes. Una historia de los paseadores de perros en el Río de la Plata. Del Virreynato a la primavera alfonsinista.”. FCP, Bs As. 2002. 45 $ -agotado esperando reedición-

lunes, diciembre 04, 2006

hoy fue un día extraño

sí señor.

domingo, diciembre 03, 2006

viernes, diciembre 01, 2006

Neverending

Encontré por casualidad algunos blogs especializados en Historia. Voy a ir tratando de filtrarlos y ver si tienen algún valor y cómo me relaciono con ellos. En principio, postearon en uno estadounidense, un post interesante sobre la relación entre historia y narrativismo, y algunas posiciones del pragmatismo. Me llamó la atención que citaran a Louis Menand, de quien ayer estuve conversando con unos amigos, simplemente porque tengo un libro de él –que todavía no leí-: El Club de los Metafísicos. Al parecer publicó en algún lado unas anotaciones sobre el método en la historia. La premisa –polémica- del narrativismo en la historia sería que debemos desplazar a ésta del campo de las ciencias ya que no puede aspirar a cumplir su estatuto epistemológico. En cambio, habría que colocarla en el campo de la literatura. La narrativa histórica sería también literatura, y no hay formas de diferenciarla de la literatura de ficción. Por supuesto, un enfoque así, presenta muchos problemas y tiene implicancias morales y políticas profundas. Pero eso es otra historia.