martes, enero 09, 2007

grunge

Qué difícil que es tenerse paciencia. Más cosas quedan de mi breve viaje costero: el grunge. JM resolvió convertirse entero al culto de esa poética adolescente. Tiene sus razones; ya hablamos alguna vez de la muerte del rock. Bueno, hemos convenido que esa muerte tiene fecha: el día en que Cobain se pegó un tiro. Ese día el tiempo del rock se detuvo y nada vino a cambiarlo. Que yo sepa no hay rock desde entonces. Mi anfitrión curtió los tres días camperita grunge, sospecho que con el único objeto de espantar surfers. Se te notó el albañil quizás sea el tema del verano.