lunes, septiembre 11, 2006

las torres que se caen por televisión

Recuerdo perfecto qué hacía el 11 de septiembre cuando me enteré del atentado a las torres. Estaba mirando la televisión en el momento en el que impactó el segundo avión. La verdad es que en el momento no sentí auténtica pena por las víctimas. Lo viví con la mezcla de excitación y sorpresa que me provoca ser testigo contemporáneo de hechos históricos de importancia. Recién ahora, en retrospectiva, me impresiona un poco más. Sería hipócrita si dijera que me conmueven realmente las noticias que veo por televisión, por más trágicas que sean. Uno termina por acostumbrarse a pesar del rechazo que pueda manifestar intelectualmente. No es fácil sentir empatía a tanta distancia, y los horrores son tan frecuentes que nadie podría vivir apenándose por cada cosa. Queda lugar, entonces, para las posiciones políticas o los principios, mucho más que para la identificación. En estos días –y entre ayer y hoy sobre todo- volví a ver las imágenes en el sinnúmero de repeticiones que trasmitió la TV. El 11 de septiembre se me había disuelto un poco como evento del presente, y se había ido corriendo un poco más hacia la vereda de las referencias históricas. Me di cuenta que me costaba poner en perspectiva el problema del conflicto en el medio oriente, partiendo del atentado a las torres. No me acordaba –y hasta me tuve que fijar- si el libro de Huntigton era anterior o posterior. Era anterior, así que me puse a pensar cuánto cambió el mundo o, más bien, si es verdad que había cambiado tanto como dicen. La verdad me pareció que no, que no tanto, pero por ahí es el problema de andar caminando con el presente por la cintura.

2 Comments:

Blogger SrKaito said...

De hecho estuviste conmigo la mayor parte del día, desde que me despertaste diciendo "boludo, estan tirando las torres! estas durmiendo? no sabes lo que esta pasando???" o algo asi. Y después fuimos a pakua y no habia nadie en la calle y le dijiste a un portero "tremendo, eh" y el tipo sonrió. Ayer en diseño un pibe dijo la boludez trillada de que fue el día que la realidad superó a la ficción. Cualquiera. Que manera de decir boludeces la gente. Igual lo mismo, recien ahora puedo sentir algo de lastima por lo que pasó, pero en el momento creo que no se si me alegré, pero me quedé pensando "que bien que la hicieron".

2:15 p. m.  
Blogger Juan M. said...

uhhh, no me acordaba que estuve con vos. me acordaba que hablé por teléfono con mi viejo todo el día elaborando hipótesis cuando todavía no estaba confirmada la responsabilidad. lo llamé cuando apareció una placa en crónica que decís "ejército rojo japonés se adjudica el ataque", y nos pareció muy lógico, se estarían vengando de la bomba y de la humillación medio siglo más tarde. lo del portero no me acuerdo. lástima me da muy de vez en cuando si escucho alguna crónica muy personal y "que bien que la hicieron" lo sigo pensando.

10:22 p. m.  

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